¿Y si rebajamos la incertidumbre de los candidatos?

Corren tiempos difíciles en el ámbito laboral. Los contratos son más cortos, a menudo por obra y servicio, reduciendo la posibilidad de quedarse en la empresa de forma indefinida. Esto hace que la búsqueda de un empleo sea una tarea habitual en el día a día de muchas personas, siempre preocupadas por cuál será su siguiente paso profesional.

Los reclutadores tenemos una importantísima labor aquí, puesto nuestro trabajo no puede terminar en seleccionar al mejor candidato. Tenemos una responsabilidad con los candidatos que se inscriben a nuestra oferta. Ellos han mostrado interés en nuestra oferta, nos brindan el material necesario para que nosotros podamos efectuar nuestro trabajo, y debemos devolvérselo. Evidentemente, realizar un feedback personalizado a cada candidato que se inscribe es una meta irreal e irrealizable, pero siempre se pueden tener unas palabras amables con todo aquel que postula a nuestra oferta. A día de hoy, las plataformas de empleo brindan la posibilidad de, mediante sencillas acciones en la plataforma, informar a los candidatos de si su solicitud sigue adelante o bien ha sido desestimada. Esto es básico, pues te ofrece la oportunidad de agradecerle al candidato el interés en la oferta e informarle de que no ha sido seleccionado, rebajando la ambigüedad que a todos nos nace cuando nos ofrecemos para trabajar en una organización determinada. A medida que los candidatos van superando fases en el proceso de selección, darles feedback se vuelve más sencillo, dado que el volumen de CVs se va reduciendo. Además, nos ofrece una ventaja de futuro, pues aunque esos candidatos no sean seleccionados en esta ocasión, puede ser que sí cumplan con el perfil buscando más adelante. Tratarlos con respeto, educación y comprensión abre la puerta a que surja una colaboración futura.

Otro tema son los candidatos que llegan a realizar una entrevista con los reclutadores de la empresa. Tenemos el deber de evolucionar y dejar atrás todas aquellas situaciones en las que el entrevistado nunca conoce el resultado de la entrevista, avisándole sólo en caso de que haya sido seleccionado. Cuando una persona se desplaza hacia nuestras oficinas, nos cede una hora de su tiempo y nos habla de su experiencia, de sus inquietudes y de su proyección, debemos corresponder con información y agradecimiento. Informarle de si avanza o no en el proceso de selección, aclararle por qué motivos no ha sido la persona elegida, qué puede hacer para mejorar su solicitud en futuras vacantes... Todos son elementos claves que ayudan al desarrollo de una persona. Claro está que esto requiere tiempo y dedicación, tiempo del que en muchas ocasiones los reclutadores no disponen. Las empresas deben cuidar estos detalles, ofrecerles a sus trabajadores margen para que puedan realizar este feedback, pues al fin y al cabo también forma parte de la imagen de la empresa. No sólo se debe cuidar a los trabajadores que ya tienes en plantilla, también se debe dedicar esfuerzo a aquellos que quieren trabajar contigo.

En definitiva, los departamentos de Recursos Humanos deben saber adaptarse al contexto social en el que nos toca desarrollarnos. Es importante ser consecuentes, aportar valor real, ayudar a aquellos que se encuentran en búsqueda de un empleo y tratar a los candidatos con educación y respeto.

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