Mucho más que compromiso.

Compromiso, una palabra que escuchamos a diario aunque rara vez nos paremos a pensar en su significado. Escuchamos a todas horas frases como “sin compromiso de permanencia”, “comprometidos con…”, “nos esforzamos para ganar tu compromiso”. Parece ser una palabra lejana, carente de significado, excepto cuando se trata de relaciones interpersonales importantes para nosotros. Sin embargo, es una palabra que en el mundo laboral tiene una potencia ilimitada. Se dice, de hecho, que una persona comprometida es mucho más eficiente que alguien que no lo está, sea como sea su perfil o sus habilidades. Pero, ¿qué es realmente el compromiso?

Si buscamos su significado en el diccionario nos aparecerán palabras como promesa, u obligación, incluso litigio. Sin embargo, en el mundo de las organizaciones el compromiso trasciende de todo esto, siendo un sentimiento por el cual un individuo aprecia que es un miembro de la organización para la que trabaja. Suena a tontería, ya que todos somos miembros de nuestra familia, de nuestro grupo de amigos y, por supuesto, de “nuestra empresa”. Sin embargo, hay mucha gente que identifica su trabajo como “la empresa para la que trabajo”, sacándola, a través del lenguaje, de su vida cotidiana, pero cuando una persona está comprometida con la organización, manifiesta un deseo de permanecer en ella y mantiene con ella asociación afectiva y emocional: la persona siente que es parte de la empresa, y que la empresa es parte de sí.

Pero, ¿cómo saber si estoy comprometido con la organización? Existen una serie de indicadores que reflejan si un trabajador está comprometido con su empresa, como por ejemplo:

1. Me esfuerzo para que la empresa alcance sus objetivos

2. Comento en mis grupos sociales que esta es una gran organización

3. Podría aceptar casi cualquier puesto con tal de quedarme aquí

4. Encuentro que mis valores y los de la empresa son similares

5. Me siento orgulloso de formar parte de esta empresa

6. Estoy muy contento de haber elegido esta empresa

7. Esta empresa saca lo mejor de mi

Llegar a pensar todo lo anterior es un proceso complicado. La organización es tremendamente responsable de hacer que sus trabajadores se sientan así: felicitar por los logros, motivar para el éxito, liderar de forma eficaz o dotar de más responsabilidad a los empleados son acciones que, obviamente, ayudan.

Sin embargo, no todo depende de la organización. Hay una gran parte de responsabilidad en las personas que trabajan en ella. Además, esto último es lo único que un trabajador puede modificar de forma directa. Así que tomemos distancia y veamos algunos de los factores que influyen en la satisfacción laboral y en el compromiso con la organización:

• Relaciones con los compañeros de trabajo: no es necesario llevarse bien con todo el mundo en ningún contexto de tu vida, pero piensa que tus compañeros son las personas con las que más tiempo pasas a lo largo del día. Buscar apoyo en ellos o ir generando relaciones de confianza es un gran paso hacia el éxito. Piensa que cuanto mejor sea el clima, mejores serán las condiciones en las que uno trabaja, no porque cambien las características del puesto de trabajo, sino porque tienes personas, amigos, con los que contar.

• Actividades de la organización no relacionadas con el trabajo: por muy pequeña que sea tu empresa, seguramente se planteen algunas actividades que salgan del horario laboral, por ejemplo, una cena de Navidad. Es un buen momento para tomar distancia, alejarse del estrés de la oficina y percibir a la organización y a las personas que allí trabajan desde otra perspectiva.

• Análisis de la responsabilidad de cualquier puesto: tradicionalmente se ha observado la jerarquía de una empresa como una pirámide, donde a la cabeza se sitúa la directiva y en la base los empleados. Sin embargo, piensa que esto refleja la “cadena de mando” de los puestos de tu empresa, no el valor de las personas que poseen estos puestos. Además, una casa sin cimientos no es viable en ninguno de los casos. Es por ello que, sean cuales sean tus funciones, estas tienen una repercusión en el global de la empresa. Si ellos, aunque no lo manifiesten abiertamente, le dan importancia, ¿por qué no vas a dársela tú?

• Compartir los valores de la empresa: con el paso de los años parece que las empresas son vistas como algo ajeno a lo personal, sin embargo no hay nada más personal que aquello que funciona con personas, y las personas tienen sus valores. Es por ello que una empresa tiene valores que puedes o no compartir. Sin embargo, mantener una mente abierta hacia ellos puede hacer que aprendas nuevas formas de ver la vida que nunca antes te habías planteado.

• Satisfacción con lo que realizas: se habla mucho de satisfacción laboral, sin embargo uno de los pilares de esta es la satisfacción con las tareas que se realizan. Lo primero es algo muy general que engloba muchos constructos, pero lo segundo es algo que puedes valorar incluso sobre la marcha. Es por ello que poner esfuerzo y dedicación a una tarea hará que esta salga mucho mejor y que, inevitablemente, esto genere satisfacción en ti.

Estos son solo algunas ideas que pueden hacer que tu vida laboral sea más gratificante. Entran muchísimos factores en juego que cambian de una persona a otra y de un trabajo a otro. Sin embargo, puede constituir un buen comienzo para un camino largo y nada fácil, donde no todo depende de ti.

Puede que veas todo esto como una utopía, pero es algo real. De hecho, es tan real que uno de los ítems del cuestionario antes mencionado es:

Sería muy feliz si paso aquí el resto de mi vida laboral

Hay personas que contestan a éste con la máxima puntuación ¿por qué TÚ no?